Del diario de Lucy

15 de Junio. Hoy era el día indicado para continuar llamando a mis excompañeros, pero no continúe. ¿Por qué?, porque el siguiente era Fabián, y claro, como no tenía celular en aquel tiempo y en el albergue, como él lo llamaba, no recibían llamadas, pues me era imposible localizarlo. Ni siquiera tenía su e-mail. Aunque, para ser franca no sabía si realmente quería contactarlo. Así que para evitar pensar en eso decidí ir con mi tía Lupita.

Cuando toqué el timbre, éste me dio toques, me asuste y pegué un brinco. Me abrió mi tía Cris, le conté lo que había pasado y fue mi tía Lupita quien respondió.

-Lupe ya se va a encargar de eso.
Mi tío era electricista. Bien decían “casa de herrero, cuchillo de palo”.

Me preguntó que me traía por ahí, les dije que nada, que solamente me andaba paseando, disfrutando las vacaciones.
-Que padre que tengas vacaciones. Yo salgo hasta Julio. Bueno, en realidad el 29 de éste mes, y el 2 de julio sólo voy a presentarme y a que me paguen.
Mi tía Cris siempre tan optimista, conociendo a su jefe no le pagaría hasta agosto.

-Oye tía ¿y que onda con Roger?
-¿por qué?
-No sé… hay algo que me dice que anda tras de ti.
-¿No me digas?
Roger, Rogelio, el vecino de mi tía era tan obvio que hasta mi gato imaginario lo hubiera notado.

Cuando Julián y Rafa volvieron de la escuela nos pusimos a jugar al wii. Claro que yo simplemente era la reta, cuando uno de ellos perdía, entraba yo, me ganaban y volvía a entrar el otro. Prácticamente yo no jugué, pero igual me reía con ellos, ¡son tan divertidos!

Regresé a casa como a las 4, justo para ver la novela.
Me quede dormida viéndola, hoy me levanté a las 8. Bueno, da igual, me desperté como a las 6, prendí la compu, vi que estaban Marina y Roxana conectadas y les hablé. Roxana agregó a chuy a la conversación, lo agregué y nos quedamos platicando hasta que ya sólo quedo Marina. Nos despedimos asegurando que seguía en pie lo del 23, apagué la compu, puse música en mi radio-despertador y me acosté, al rato me quede dormida.

Desperté como a las 2 de la mañana con mucha hambre… recordé que comí a la 1:30 en casa de mi tía Lupita y no había cenado. Me levanté y me tome un vaso de leche, lavé una pera y también me la comí. Después me volví acostar y me quede dormida rápidamente.