Del diario de Lucy

12 de Junio. Hoy llamé a Marina. Le dio mucho gusto que lo hiciera, hablamos por horas, de todos mis excompañeros, de los nuevos maestros en la prepa, de nosotros. Le conté de Ricardo y ella me hablo de un tal Roberto, quedamos que saldríamos un día, nos pareció que un sábado sería genial.
No me di cuenta, dure casi 3 horas hablando con Marina, ya se imaginarán cómo se puso Ramona, pues ella quería ponerse de acuerdo con sus amigos.

Les comenté a mis padres que el sábado 23 tenía planes con Marina, al parecer escuchar ese nombre les agradó, me dijeron que no me preocupara, que tenía el permiso. Me alegré. Ésta nueva vida de buena comunicación me gustaba.

Mis padres no eran malos, en realidad, todo este tiempo había sido yo la mala. Bueno tanto pensar me pone ñoña, así que decidí darle una vuelta a mi tía Cris, seguramente se sentiría bien si la visitaba. Cuando llegue al edificio, bueno, en realidad no era un edificio como lo dice la palabra. Pero no se cómo debería ser llamado. Era un mini hotel, entras y a la izquierda está recepción. La encargada de recepción se llama Matilde y tiene un perico muy divertido. Pero es raro cuando está. A la derecha, frente a recepción no hay absolutamente nada. Cruzando recepción hay unas escaleras de fierro (bien feas) negras, subes, serán como unos 15 escalones (no los he contado), al subir, a la izquierda están los cuartos del 100 al 108, después hay una innecesaria pared vacía del largo de todo el barandal de la escalera, después a la derecha están los cuartos del 109 al 115. Una vez le había preguntado a mi tía por la extraña numeración.
-El encargado de éste lugar tiene otras rarezas en otros lugares. En cada una hay un máximo de 15 cuartos. Para no confundirse a la hora de la administración, sigue la numeración sin repetir. Eso quiere decir que tiene aproximadamente… entre 6 o 7 rarezas como ésta.

Esa había sido su explicación.
-Osea que ¿en algún lado hay otro dónde los cuartos son del 16 al 30?
-Sí, algo así.

Esa era la explicación, más extraña imposible.
Cuando toqué la puerta del 112 mi tía apareció detrás. No me quede mucho, estaba ocupada con algo del trabajo, al final salí con más recados para mi mamá que no se qué.
Al llegar a casa ya había olvidado la mitad de éstos, así que mi mamá tuvo que llamar a mi tía.

Después que colgara mi madre, llamé a Ricardo para que no hiciera planes para el sábado 23.

Entré al Messenger y chatié con la recién agregada Marina. Me dijo que su novio Roberto sí podía el 23. Le dije que el mío también. Nos quedamos chatiando como hasta las 10 de la noche, ya que nos dio sueño.

Después de eso me fui a dormir.